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TRESCIENTAS LIBRAS PESABA,
cuando conocì a marìa,
gorda y bella la verìa
que mucha carne agarraba,
sus llantitas a mi me daba,
la exitaciòn con amor,
ella me daba el calor,
cuando frìo yo temblè,
hasta de ella tomè,
de marìa su sudor.
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celulitis me gustò,
y esas pompis hermosas,
tan bellas y cariñosas,
asi la besaba yo,
mi tacto la valorò,
maRìa que en mi sella,
hacer el amor con ella,
fue tan rico que su pozo,
daba un olor y gozo,
de esa mi gorda bella.
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a ese pozo bajè,
muchas veces a tomar
el elipsir del follar,
que tanto ahì tomè,
ciertamente me babiè,
mas con mi gorda reposo,
con su amor me destrozo,
porque somos tan preciso,
esta el colchon en el piso,
para llegarle al pozo.
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uno ochenta ella mide,
yo uno sesenta y ocho,
los dos hacemos viscochos,
donde nuestro amor reside,
amarnos nadie lo impide,
pero me gusta oler,
su aroma al parecer,
que presenta mi gordita,
pegando mi naricita,
para su pocito oler.
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CHE BONILLA
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