ella es mi secretaria
aunque casada está,
cada sonrisa me dá,
con su vida necesaria,
mi amor como una malaria,
me hace ser importante,
en mi oficina constante,
que es testigo de amar,
compartimos sin tardar,
nuestros sabores de amantes.
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todo el día la pasamos,
juntos en nuestros trabajo,
y llenos de agasajos
a veces alli nos amamos,
todo allí entregamos,
con ternura y gran gozo,
y ser hombre amoroso,
es proceder en mi vida,
a la hora de salida,
la viene buscar su esposo.
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ella quiso renunciar,
para no jugar traición,
dijo que su corazon,
algo siente por amar...
muy bien le suelo pagar,
y su amistad que reposo,
con su esposo no destrozo,
se ha convertido en amigo,
ella estando conmigo,
tambien anda con su esposo.
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abajo de su escritorio,
muchas veces con agrado,
a ella la he visitado,
en todo su repertorio,
amarnos se hace notorio,
bajo el sudor quejidos,
amarnos hemos leido,
cada beso que le agrego,
en la ofi hay un juego,
que hacemos escondido.
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CHE BONILLA
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