aseadora a recepcionista

Nunca olvides de donde saliste

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Ella fue la aseadora,

De una empresa importante,

Y su actitud constante,

La hicieron acreedora,

De un puesto con mejora,

Bajo esa bendición,

Una bella posición,

Le dio este gran gerente,

A esta mujer prudente,

Con todo su corazón.

2

Ya no tenía que trapear,

Esa empresa gigante,

Solo atendía constante,

Los mensajes del lugar.

Su recepción ejemplar,

Con aire acondicionado,

Apartaba lo lavado,

De vasos, platos, cucharas,

Y así su vida depara,

Algo que no han escuchado.

3

Los meses fueron pasando,

Y esa ex aseadora,

Su forma de ser decora,

Algo que no fue encajando,

El cursi fue desglosando,

La papada se escuchó,

Sobre el hombro ya miró,

Al que un día remplazaba,

Sus detalles ocultaban,

De donde ella salió.

4

La humildad que tenía,

A los pies un día pisó,

Su cortesía bajó,

Que todo sorprendería,

El sumo se elevaría,

Que un día el jefe observó,

Y entonces la bajó,

Al puesto anteriormente,

Porque borraba su mente,

De donde ella salió.

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poetachebonilla@hotmail.com