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fuiste el sol en mi vida,
cuando fuiste mi amada,
MÁS tu caricias en cada,
en mi alma fue sedida,
fuiste mujer bendecida,
donde en los poemas sabios,
te dediqué si agravios,
tintado en un papel,
solo dejaste la miel,
tu dulzura de los labios.
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sentí ese gran dolor,
despues de tu despedida,
que apuñaló mi vida,
acabando con mi amor,
aunque fragmento el dolor,
todo recuerdo despojo,
y al recordar tus rojos,
labios que me besaría,
mirarme siempre quería,
en el cristal de tus ojos.
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llora angustiadamente,
mi alma todo el día,
me enveneno en poesía,
cuando estas en mi mente,
teniendo a Cristo presente,
oro a el en rodilla,
y me dá esa semilla,
de paz y felicidad,
que quisiera en verdad,
besar toda tu mejilla.
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quiero estar a tu lado,
mas ahora eres ajena,
y es por eso que mi pena
vaga en mundo de pecado,
a JESÚS LE HE IMPLORADO,
un milagro cual matíz,
sane de mí la raíz,
enamorado me siento,
quiero suspirar tu aliento,
saliente de tu naríz.
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CHE BONILLA
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