9 jul 2009

REQUIERES DE SALVACIÓN

La vida de Jesús viene en el momento que decides vivir para Él, porque Él murió por ti y es justo que tú vivas ahora para Él, sin importar lo que digan los demás, porque ellos no murieron por ti en la cruz. No hay mejor vida, que la vida entregada a Jesús, porque vivimos para alguien más alto que cualquier cosa, nadie podrá dar lo que Jesús a dado por ti. Cuando se vive para Jesús se debe amar lo que Él ama, Jesús nunca quiso hacer tesoros en la tierra, siempre vio más alto, vio el cielo.

1 Timoteo 1: 15
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Toda iglesia que pierde la pasión de predicar a Jesús en esta tierra, ha perdido la razón de vivir, Jesús le dejó esta labor a la iglesia, confiando que la gente que viviría en un futuro en la tierra se comprometería con su obra, porque Él vino al mundo a salvar a los pecadores. Hay dos columnas que debe tener una iglesia: la oración a Jesús y la predicación. La prioridad del Reino es direccionar la fuerza de la iglesia a predicar de Cristo, pero la iglesia últimamente está muy ocupada en sus vidas en esta tierra para predicar. No importa que tan profeta seas o cuanta Biblia sepas, si no estás en el plan de Dios estás fuera de su voluntad.
1 Timoteo 1: 16Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.

La prioridad debe ser que el Rey llegue a todas partes por medio de la predicación. Dios no te salvó para que te encierres en una oficina y no le prediques a nadie, sino que aún en la oficina prediques a Cristo. La prioridad debe ser que el evangelio sea predicado a toda criatura.
Mateo 9: 10- 13Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publícanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publícanos y pecadores?Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.

Jesús dijo: los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. De qué vale estar encerrado en la iglesia orando, sino sales a predicar su palabra, no te escondas detrás de una disciplina, para no predicar de Cristo, porque en la calle te expones a que te critiquen, insulten a causa del evangelio. Jesús dice: no me impresiona tu disciplina, pero si le impresiona gente perdonando, como Él lo hace. El nacimiento de la iglesia fue con el Espíritu Santo, logras más hablando de Jesús que en lengua, hablar de Jesús causa más frutos. Predicamos a Cristo no para llenar la iglesia, sino el cielo, el Reino requiere salvación. Jesús dijo: el que cree en mi correrán ríos de agua viva, de esta forma irradiarán la vida de Jesús.
Hechos 3: 19Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.


La predicación de Jesús va a traer un avivamiento y va a ocurrir que en cada jornada de El Evangelio Cambia se van a salvar almas, no importando el número, sino como estás recibieron a Cristo; quebrantadas, con lagrimas, de rodillas, porque eso es avivamiento. Cuando un pecador se arrepienta el cielo festeja, si seguimos así va a ocurrir un gran avivamiento, si el diablo está asustado, que se asuste, porque tiene razones para asustarse.
Hechos 3: 20Y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
No le sorprenda ver a Jesús en una calle del país; en los bares, en los barrios, porque Él no vino a buscar justos sino pecadores. Cuando alguien permite que Jesús deje de ser su piedra angular, se convierte en un religioso, un miembro de una iglesia, un simple asistente. Antes de pertenecer a Maranatha, tú eres cristiano, la iglesia no está llamada a criticarse los unos a los otros sino amarnos y a predicar el evangelio.

Hechos 10: 42Y nos mando… todos los que oían el discurso.
El que predica a Jesucristo, predica en cualquier parte. Si usted quiere ver un avivamiento en esta nación, tienes que orar por el arrepentimiento de los pecadores y abrir tu boca para que Él la llene. Porque la mies es mucha pero los obreros son pocos, uno siembra, otro riega y Dios dará el crecimiento, pero tú responsabilidad es repartir la semilla.

Dios tiene un plan, la iglesia tiene la responsabilidad que el país conozca a Jesús y lo conocerá cuando el pueblo de Dios se desborde por las calles: en los autobuses, calles, universidades predicando de Jesús. La responsabilidad de predicar el evangelio le corresponde a toda la iglesia y tú no vas a tener paz hasta que hagas lo que Dios te ha enviado hacer, hasta que tu corazón diga: “voy a ser la voluntad de Dios y predicar a todo aquel que se me ponga en frente”. No va a ver un gran avivamiento en esta nación, hasta que no se avive tu corazón para predicar el evangelio.

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