me enseñó dar al hambriento,
a vestir al que no tiene,
y despojando mis bienes,
a mi abuela la presiento,
al sentirme tan contento,
me enseñó la escritura,
a orar donde perdura,
me enseñó fé y valor,
el amor a mi Señor,
como una asignatura.
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en su casa solo sé,
a cualquiera recibía,
y con mucha alegría,
le brindaba un café,
sino tomaba,un té,
le hacía y se anhela,
con atención se desvela,
donde su amor camina.,
porque se llamó martina,
una generosa abuela.
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católica mi abuelita,
su cultura predicó,
y una fé me enseñó,
la cual mi verso recita,
ayude al que necesita¡,
ella hablaba así,
porque De ella aprendí,
la palabra compartir,
pero despues de partir,
hoy ella me falta a mí.
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mi abuela por donde quiera,
una virtuosa mujer,
que dejaba de comer,
para que otro comiera,
su vivencia hoy impera,
santiaguaba con amor,
para calmar el dolor,
de cualquiera en su dolencia,
tenia el don de ciencia,
de nuestro bello Señor.
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me enseñó con tal paciencia,
amar a todo hermano,
y brindarle esa mano,
sin mirar una creencia,
darle toda la esencia,
a Dios que brilla en mi sien,
y del arbol de el bien
brindarle todo mi amar,
y al necesitado dar,
más sin saber para quien.
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CHE BONILLA
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